2×1 en museos
29 septiembre, 2021Es probable que mi interés e insistencia hayan hecho de los museos los protagonistas del último día en Múnich. A esta altura ya conocerán mi debilidad por estar parado frente a magníficas obras de geniales artistas.
Relatos por el mundo
Es probable que mi interés e insistencia hayan hecho de los museos los protagonistas del último día en Múnich. A esta altura ya conocerán mi debilidad por estar parado frente a magníficas obras de geniales artistas.
Si bien nuestro plan nocturno tenía su sede a escasos metros de donde habíamos estado toda la mañana y parte de la tarde, un descanso para los pies era imprescindible.
Nuestro primer amanecer en Múnich auguraba un sinfín de lugares a visitar y atracciones por conocer.
El tren de regreso hacia el aeropuerto de Ginebra fue un nuevo pero inevitable golpe bajo hacia nuestras billeteras. Una vez allí, un vuelo de mediodía de la aerolínea italiana Air Dolomiti nos esperaba con la misión de depositarnos en Baviera, más precisamente, en Múnich.
Probada la eficiencia del método madrugador, mi novia y yo marcamos nuestro propio itinerario en dirección a la meca de los museos de Berlín: la Museumsinsel (isla de los museos), emergida en una bifurcación del río Spree.
Esa zona que marca la frontera del Mitte (nombre con el que se conoce ese distrito) y epicentro neurálgico del turismo, sirvió de punto de encuentro para nuestro free walking tour del día en castellano cortesía de la empresa Sandemans.
El viaje en tren desde Amsterdam hacia nuestro último destino del eurotrip familiar nos demandó poco más de 6 horas convirtiéndolo así en el más extenso de esta saga. Dado que era muy temprano, el sueño se subió al tren con nosotros y gran parte de aquel trayecto nos encontró durmiendo.