Highlights húngaros

Highlights húngaros

27 junio, 2025 0 By Manu

Antes de seguir adelante te recomiendo leer el post anterior La joya del Danubio

Tras casi 2 semanas repletas de caminatas, trenes, comidas, bebidas, museos y otras hierbas, el último día de nuestra fraternal travesía europea dijo presente. Para aprovechar lo más posible estás 24 horas finales nos embarcamos en un walking tour por la ciudad totalmente en castellano.

Una vez que el numeroso grupo de hispanoparlantes estuvimos reunido, la guía nos hizo una breve introducción respecto de algunas cuestiones culturales e históricas de Hungría. Vaya a saber uno por qué pero lo único que recuerdo de aquel preludio oral fue cuando destacó la dificultad intrínseca del idioma húngaro.

Además de mencionar las remeras a la venta con la frase “¿Cuál es tu superpoder? Yo sé hablar húngaro”, nos citó una famosa frase tan tajante como explicativa: “El húngaro es el único idioma que el diablo respeta”.

tour
Arranca el waling tour

Para arrancar el tour comenzamos bordeando la orilla del lado de Pest que tiene algunas esculturas de bronce por demás interesantes. La primera en aparecer fue Kiskirálylány (¿vieron que el húngaro es complicado?), también conocida como la estatua de la princesita o simplemente “El Duende”.

Creada por el localmente laureado escultor László Marton, este personaje sentado sobre las barandas que nos separaban de las vías del tren y de espaldas al Danubio fue inspirado a partir de la hija del artista.

duende
El duende

Un par de cuadras más adelante dimos con otra “pintoresca” escultura. En este caso se trataba de un homenaje al pintor Ignac Roskovics. Inmortalizado durante el desarrollo de su arte, esta escultura lo muestra pintando el paisaje frente a sí que en este caso toma la forma del Puente de las Cadenas.

No sé por qué pero siempre me llamó la atención las zonas elegidas por los turistas para tocar estas esculturas. Esas zonas que de tanto desgaste obtienen un color dorado y a las que incluso se les suele endilgar propiedades místicas que otorgan buena fortuna.

Pintor
El amigo Ignac laburando

Mientras seguíamos recorriendo la rivera y disfrutando del hermoso día soleado, llegamos a uno de los puntos turísticos más famosos e impactantes de la ciudad: el Monumento de los Zapatos.

Estos 60 pares de zapatos de hierro forjado y fijados al suelo representan a los judíos que fueron asesinados por el nazista gobierno de Ferenc Szálasi hacia el final de la Segunda Guerra Mundial.

Los miembros del partido de la Cruz Flechada, del cual era miembro Szálasi, solían usar los cordones de los calzados para atar las manos de las víctimas para luego dispararles y arrojarlos al río. Antes de asesinarlos, se les obligaba a quitarse sus zapatos ya que eran un bien preciado durante el fin de la guerra.

Como para hacer la escena más tétrica, los zapatos representados eran de todos los tamaños y estilos para dar cuenta de que la crueldad del partido de la Cruz Flechada no distinguía edades ni clases sociales.

Placa
Placa conmemorativa
zapatos
Piel de gallina

En este punto del recorrido, el walking tour tenía previsto cruzar el río hacia Buda pero, dado que ya habíamos visitado esa parte el día anterior, decidimos abrirnos y seguir recorriendo Budapest por cuenta propia.

Siendo que el Parlamento de Hungría estaba prácticamente a la vuelta de la esquina, fuimos y nos anotamos en el siguiente tour guiado. Esta fantástica oda a la simetría es el segundo parlamento más grande de Europa (detrás del rumano) y uno de los más hermosos por fuera y por dentro.

Este monstruo de estilo mayoritariamente neogótico encabezado por techos de un color entre lila y morado es Patrimonio de la Humanidad desde 1987. Sus blancos exteriores están rodeados por la plaza Kossuth Lajos y algunos jardines con sus respectivos monumentos ecuestres.

Al ser quizás la atracción turística más importante del país, nuestra visita estaba pautada para dentro de un par de horas. Lejos de molestarnos, esta situación nos vino fantástica para ir a almorzar algo con aire acondicionado y escapar del inclemente calor del mediodía.

Parlamento
Ícono de la ciudad

Luego de recargar baterías y de reencontrarnos con mi hermano mayor que se había ido a dar una vuelta motivado por su espíritu explorador, ingresamos oficialmente al parlamento.

Allí dentro el oro era el protagonista, ya sea decorando los techos o formando parte de las luminarias y el mobiliario. Las interminables alfombras nos marcaban el camino a través del lujo omnipresente que se manifestaba en cada centímetro cuadrado del recinto.

Parlamento
Bling Blling
Parlamento
Lindos techos
Parlamento
Así da gusto sesionar

Los frescos en el cielo raso, el mármol revistiendo las paredes, los vitrales multicolores y el dorado abarcándolo todo eran inequívocos exponentes de una suntuosidad desmedida. Tan increíble era para la vista que de a ratos me daba la sensación de estar en una catedral europea.

Dato de color: casi todos los materiales empleados para la construcción del parlamento son de origen local lo cual, dada la magnitud de la obra, impulsó varios sectores de la industria nacional. La única excepción son las 8 columnas de mármol situadas en la escalera principal que fueron traídas desde Suecia. De hecho, existen solo 12 columnas de esas características en todo el mundo y las 4 restantes están en el Parlamento de Londres.

Otra de las particularidades del Parlamento de Hungría es su ingeniosa red de refrigeración natural. Durante su planificación, se ideó una serie de ductos de aire que permiten mantener el recinto fresco en verano sin la necesidad de aires acondicionados ni electricidad.

Parlamento
Columnas exclusivas
Parlamento
El aire siempre en 244

Obnubilados por tamaña obra de arte arquitectónica finalizamos la visita y retomamos la senda turística haca la famosa Basílica de San Esteban, que es en realidad una catedral.

Tan alta como el parlamento mencionado un párrafo atrás (96 metros), este edificio neoclásico del siglo XIX era tan bonito como todas las demás cátedras conocidas durante este viaje.

Tal vez algo abatido por el razonable agotamiento que conlleva el final de una travesía de este calibre, lo que tenía frente a mí me resultaba muy agradable pero no me sorprendía de la misma manera que aquello encontrado al principio.

San Esteban
Basílica de San Esteban

O al menos eso creí hasta que vi… La Santa Diestra. Sin nada que lo asemeje al talento maradoniano de un universo paralelo, la Santa Diestra era ni más ni menos que la mano derecha momificada del rey Esteban I. Inexplicablemente, la mano se encuentra conservada sin mayores alteraciones desde el siglo XI.

Esta reliquia, considerada la más importante de la cristiandad húngara, estaba en un relicario hermoso sobre uno de los costados de la nave principal. Lo loco de todo esto, además de tener una mano de un muerto en una cajita, es que frente al relicario había un aparatito que ofrecía iluminar el mórbido interior por la módica suma de 1 euro.

La táctica empleada por los visitantes, entre los que me incluyo, era clara: hacerse el distraído merodeando la zona esperando que algún desprevenido pague por el espectáculo. Ni bien caía la moneda, la cajita se iluminaba y corríamos todos a sacarle la foto procurando exprimir al máximo esos pocos segundos de iluminación.

Dato de color 2: la Basílica de San Esteban también fue usada como set de filmación para rodar la escena del casamiento ente Evita (interpretada por Madonna) y Perón (Jonathan Pryce) en la película del célebre director Alan Parker.

Dato de color 3: La mano del rey Esteban I no es la única reliquia del lugar. La catedral también cobija los restos del húngaro Ferenc Puskás, figura indiscutible de la época dorada del Real Madrid y compañero del legendario Alfredo Di Stéfano.

Mano
El morbo dijo presente

Se ve que tanto fiambre nos despertó el hambre; y cuando el estómago clama por alivio lo mejor es responder a su llamado. Además ya eran casi las 5 de la tarde y, como sabrán, yo me tomo la merienda muy en serio…

Tan importante es la merienda para mí que con mis hermanos nos propusimos llevar ese momento culinario a otro nivel. A tal fin, nos dirigimos con firme convicción hacia el ilustre Café New York.

Catalogado como “el café más hermoso del mundo”, esta centenaria confitería se asemeja más bien a un palacio barroco en su plenitud. Con molduras y detalles por doquier, luminarias antiguas, balcones de herrajes dorados y frescos exquisitos en el techo, el Café New York es la perfección.

Cafe
¿Café o teatro?
Cafe
Mirá lo que es eso parfavaaaaar!!!

Incluso había un trío de piano, violoncelo y violín interpretando música clásica al final de unas escaleras que parecían salidas de Versalles. Del otro lado de la planta alta, un pianista acompañaba sin superponerse con su hermoso piano de cola.

El lugar era tan increíble que ya me había olvidado para qué estaba ahí. Afortunadamente la pronta atención de un camarero me recordó mi propósito primigenio y nos acercó un menú que parecía un catálogo de Christie´s.

Cafe
Y la banda siguió tocando...
Cafe
Tócala de nuevo Sam

Mi elección en aquella ocasión tuvo su costado tradicional en la forma de una Torta Somló compuesta por chocolate, crema, helado y todo eso que hace bien. Sin embargo, también tuvo su parte experimental ya que para tomar me pedí un café húngaro cuya particularidad se la otorgaba la espuma de leche picante.

Como era de esperar, la torta era una delicia y el café, más allá de la sorpresa de los primeros sorbos, quedó a mitad de camino. Se ve que el picante y el café no son una buena combinación para mí.

Cafe
Llegó mi momento

Finalizada la fastuosa merienda, hicimos un último recorrido por las instalaciones para seguir babeándonos ante sus maravillosos interiores. No obstante, la tarde no daba para mucho más ya que al día siguiente salía nuestro vuelo y teníamos que regresar al hotel para hacer las valijas.

Cafe
Más columnas hermosas
Cafe
Chau Café Ne York, nos volveremos a ver

Budapest es una ciudad increíble y dos días nos quedaron cortísimos para conocerla en profundidad. Desde el bullicio de Pest hasta la paz de Buda, las opciones de la ciudad son innumerables y estoy seguro de que muchas serán parte de mi itinerario en un futuro.

Si bien al día siguiente nos esperaba un vuelo de más de 30 horas con escala nocturna en el inmenso aeropuerto de Dubai, las ganas de volver y contar lo vivido tiraban fuerte. Soy muy afortunado por haber tenido el privilegio de viajar de esta manera con la compañía de mis hermanos.

Como otros viajes anteriores, este “eurobrodatrip” (como lo bautizaría mi hermano mayor) va a quedar en la memoria por siempre e incluso será más espectacular conforme pasen los años. Esos años que sin duda fijarán aún más estos recuerdos increíbles de una época igual de hermosa.