Dado que fortuitamente nos encontrábamos a las puertas del ala San Miguel, ingresamos por una galería precedida por unos fastuosos herrajes decorativos con un par de fantásticas esculturas a cada lado.
A mitad de camino por aquel pasaje, no pudimos evitar mirar para arriba hacia su hermosa cúpula delicadamente decorada en la que 8 claraboyas sirven de conexión hacia su cúprico exterior.
Justamente es bajo aquel domo donde comienzan los tours, algunos euros mediante, hacia los sectores más emblemáticos del palacio como el Museo Sisi, los departamentos imperiales y la cámara de plata.
Peeeeero, recuerden que habíamos arribado a Viena hace unas pocas horas por lo que pasamos por alto dichas atracciones y atravesamos la galería para salir hacia la amplia Heldenplatz.
Comparto con vos, querido hermano, con que Viena quedó en el recuerdo y es también para mí de las ciudades más lindas que conocí. Y un lugar obligado para volver.. Creo que la foto que compartiste de los 3 es prueba fiel de ello =D
Aprovechá ahora que estás a un tren de distancia. Una escapadita imperial de fin de semana 😉