Tan poco tiempo, tanto recorrido y todavía faltaba la frutilla del postre. Otro día comenzaba, el clima nos daba un guiño y tempranito nos subimos al bus Hop On Hop Off que discurría por toda la ciudad con parada obligada en una de las 7 maravillas naturales del mundo: la majestuosa Table Mountain.
Una de las mejores decisiones que se pueden tomar en un viaje para conocer lugares nuevos es arrancar bien temprano, sobre todo si se trata del highlight de la ciudad.
Al llegar, con el sol de costado, unas pocas personas en la fila nos separaban de la boletería. Si bien es posible comprar las entradas on line, hay veces en las que el ascenso puede ser suspendido por culpa de las lluvias o del viento. Esto puede hacer de la compra anticipada un arma de doble filo.
La cima también se puede alcanzar a pie si el estado físico lo permite. Sabiendo que la exigencia iba estar una vez arriba, nos tomamos el teleférico y tras 5 minutos de un viaje prácticamente vertical, la montaña de la mesa nos daba la bienvenida.
Excelente la descripción del recorrido, por la península, menos, el mono y la lagartija, los pingûinos adorables,. La panorámica de Ciudad del Cabo, espectacular! Y esa del perfil UAUU!
Las vistas son hermosas… y la lagartija y el monito también!
😀
Tremendas fotos Manu! En especial de la vista de Table Mountain. Me quedé con ganas de haber ido a Kirstenbosch también, se ve muy lindo. Seguí así!
La próxima visitamos esos jardines 😉