Grand Place a toda hora
12 enero, 2020Siendo como son las distancias en Europa, solo una hora y media de tren nos demandó cruzar la frontera hacia la vecina Bélgica. En este caso, Bruselas nos recibía con las ansias de exploración intactas y una madre con un andar propio de un rengo voluntarioso, porque como ya les había contado algunos kilómetros atrás, el último día en Paris lo pasó en reposo con el tobillo hecho una bocha de hockey.