La impronta de este tour de 3 días por Etosha incluía visitar dos campings más, pero sobre todo disfrutar de la fauna y flora entre cada uno. Es decir, el safari tenía su fuerte en los segmentos que unían los puntos.
En nuestro recorrido hacia el campamento Halali nos topamos un importante grupo de elefantes chapoteando y jugando en un gran charco. Como en Kruger, los más pequeños acaparaban toda la atención con su andar a los saltitos o escondiéndose en las patas de su mamá.
Las interacciones entre estos grises paquidermos resultaban de lo más interesantes. Algunos, que seguramente eran familia, se reunían para entrelazar sus trompas mientras otros se esparcían tierra sobre el lomo.
Por otro lado, un pequeño tronco era empleado como rascador por un juvenil ante la atenta mirada de una cría que parecía imitarlo. Hasta el momento, los elefantes se venían robando el show de la sabana.
Tremendo relato bro, y qué día de recuerdos les tocaron! Un lugar seguramente único. Muy buenas las fotos y me quedo con este sentir: “inmerso en un estado total de naturaleza, tan pequeño yo y tan magnífica ella.” =)
Gracias! Se ve que estaba inspirado 😀
Pero es así, la naturaleza siempre es hermosa