Por una demora en nuestro vuelo de regreso a Seúl, “cortesía” de la empresa Cebú Pacific, arribamos nuevamente a Incheon con más de tres horas de retraso.
Más allá del hastío esperable que este tipo de situaciones genera, agréguenle que haber llegado pasadas las 10 de la noche tuvo como corolario que el trencito hacia el centro de Seúl haya cerrado la persiana por la jornada.
Por si eso fuera poco, mientras disfrutábamos el hermoso clima de Filipinas, el invierno había recrudecido en Corea y la temperatura estaba varios grados por debajo del 0.
En este tipo de situaciones en las que el devenir de los sucesos es inevitable, lo mejor es aceptarlas y tratar de adaptarse al nuevo panorama. En ese momento supuse que el método más eficaz para llegar a nuestro hotel iba a ser mediante un taxi.
Si bien sé que había algunos servicios de colectivos con destino a Seúl, eso hubiera implicado tener que ponernos a estudiar la ruta de cada uno, ver qué tan cerca nos dejaba, hacer combinaciones y demás.
Pero como en ese momento tenía encima un menudo resfrío con su consecuente dolor de cabeza, lo único que quería era llegar al hotel y tirarme en la cama.
Muy bueno Manu!!!
Gracias!! 😀
jajjaja no tengo dudas de que me hubiese encantado recorrer el Dongdaemun Design Plaza. Ahhh y alta pose fachera de K Pop =P
Ya la vas a conocer!! Y estoy seguro de que el K-Pop tiene un lugar para mí 😛